Extraterrestres, enigmas y misterios
Investigaciones Hermanos de Luz

Energía Punto cero



“Los científicos del gobierno secreto han creado con éxito energía de punto cero y fusión fría, pero los de arriba piensan que se debe hacer una transición suave a estas nuevas ciencias, porque en caso contrario la economía mundial -su economía egoísta- se arruinaría”. Doctor Michael Wolf 


Energía punto creo se refiere a la energía del sistema a la temperatura T = 0, o el nivel de energía más bajo cuantificada de un sistema mecánico cuántico.
Le energía del punto cero tiene posibilidad de extraer "energía gratuita" del vacío.

La fusión fría es considerada como el evento de fusión nuclear que se produce a temperaturas muy cercanas a las del ambiente, utilizando muy poca energía y recursos para lograrlo, a diferencia de la teoría original de la fusión termonuclear en la que se emplean miles de grados Celsius y tecnologías de muy alto costo para conseguir la fusión de los núcleos. 

Con ser grandes los avances propiciados por la física cuántica, todavía no se había conseguido unir su precisión al describir los fenómenos micro de las partículas subatómicas con el orden macro en el que seguía imperando la Teoría de la Relatividad de Einstein. Tan sólo la Teoría de las Cuerdas, que identifica a la vibración como el puente entre estos dos órdenes, había conseguido trazar un puente entre ambas realidades.

Las novísimas teorías sobre la organización y composición del Cosmos, basadas en la reproducción de modelos del orden cósmico en la esfera micro, están hallando la explicación a todo tipo de fenómenos. ¿Su secreto? Contemplar la Creación como un gigantesco mecanismo eléctrico de soles que giran alrededor de otros soles mediante el magnetismo gravitatorio y que se comunican a través de la luz y la electricidad. Todo: luz, electricidad, campos magnéticos, rayos y sonido son, desde la óptica de la mecánica cuántica, ondas de diferente grado de frecuencia y de longitud. De esta manera, la más novísima ciencia recrea y adopta los modelos que, un día, ancianas culturas como la hindú, propusieron en sus sagrados textos, la literatura védica, y más concretamente, los Upanishads; posteriores comentarios a algunos de esos textos. Pero es que, a miles de kilómetros de allí, los Mayas ya estaban diciendo en los pocos Códices que se salvaron de la quema, que nuestro sol giraba alrededor del sol central de las Pléyades (Alción), al que llamaron Hunab Ku ¡hace 3.000 años! ¡Y que toda la Creación es un gigantesco mecanismo en espiral de soles que giran alrededor de otros soles.

La verdad que entrañan esos mitos a la luz de la moderna ciencia está haciendo que los propios científicos se vuelvan hacia los textos ancestrales, de culturas como la maya, la hindú o la sumeria-babilónica, intentando encontrar la inspiración en esos 

La energía que se encuentra en el mítico “Punto cero” donde no hay carga positiva ni negativa. En esencia, los defensores de la energía “punto cero” argumentan, apoyándose en los fundamentos de la física cuántica, que el espacio no es vacío, sino que está sumergido en un campo magnético muy concentrado, compuesto de partículas que se mueven más rápidamente que la luz y que constituyen una fuente de energía libre, situada fuera del campo electromagnético, independiente de la luz y el Sol. Los experimentos con aceleradores de partículas y el descubrimiento de la antimateria han tendido un puente entre ambas posturas que el budismo Zen ya anticipó al sostener que “la naturaleza última es vacío” y “el Todo está contenido en la Nada”. ¿Es la materia un tipo de energía densa?

Su viabilidad se funda en la existencia del “vacío cuántico”, un espacio cuasi espiritual que estaría repleto de partículas con carga negativa, de donde se podrían extraer unas cantidades ilimitadas de energía “libre”. Durante el Siglo XX, científicos como Lamb, Casimir, Boyer o Dirac realizaron experimentos que validaban la hipótesis que un día se conoció como “los mares de energía”. Formulada por Henry Moray, el concepto sobre el que se asienta tiene muchas similitudes con lo que en el mundo espiritual se llamó éter, prana o neuma. Inspirado en esta teoría, el doctor Moray logró desarrollar un convertidor que, con apenas 28 kg, lograba generar 50 kilowatios sin ninguna fuente de energía aparente, este esquema aparentemente “mágico” se repite en otros experimentos de científicos heterodoxos y cuya explicación reside en la existencia de partículas elementales y subatómicas. La ciencia oficial, sin ir más lejos, ha desarrollado los famosos aceleradores de partículas en pos de la creación de “antimateria”.


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